Serie: Tierra Media Alterna
Parte: 4
Resumen: Serie de relatos independientes
De la ley y otros demonios
Este episodio refiere a la relación entre los gemelos de Rivendel, Elladan y Ellohir, con Amroth, un elfo avari. Para comprenderlo bien, sin leer "El Segundo Regreso del Rey" (parte 2 de esta serie), recomiendo leer (al menos) estos capítulos:
30 http://palabraspulsares.blogspot.com/2007/05/el-segundo-regreso-del-rey-30.html
32 http://palabraspulsares.blogspot.com/2007/08/el-segundo-regreso-del-rey-32.html
36 http://palabraspulsares.blogspot.com/2007/10/el-segundo-regreso-del-rey-35.html
37 http://palabraspulsares.blogspot.com/2007/10/el-segundo-regreso-del-rey-36.html
38 http://palabraspulsares.blogspot.com/2008/01/el-segundo-regreso-del-rey-37.html
41 http://palabraspulsares.blogspot.com/2008/03/el-segundo-regreso-del-rey-41.html
42 http://palabraspulsares.blogspot.com/2008/04/el-segundo-regreso-del-rey-42.html
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Imladris, Año 2 de la Cuarta Edad del Sol
-Elladan, ¿un pase?
El elfo moreno alza los ojos para enfrentarse a Glorfindel, que le ofrece una espada roma.
-¿No te agotan lo suficiente tus pacientes? -inquiere jovial al tiempo que se levanta para aceptar el reto.
El rubio niega suavemente, con expresión de leve nostalgia.
-Es otro tipo de cansancio. A ti tampoco te agota el despacho, al parecer.
El Señor asiente. Aunque bendice la paz que disfrutan desde hace poco, el tedio de las minucias legales le calienta la sangre lentamente. Es por eso que, cada dos o tres jornadas, viene al campo de entrenamiento y se esfuerza con el más reciente grupo de reclutas, ese con al cual la instrucción se enfoca en desarrollar la resistencia a partir del agotamiento extremo. Luego se sientan bajo los árboles, comparten la bota de vino, el pan, el linimiento para las magulladuras, las bromas.
Y el Soberano siente la cabeza más clara.
Alguna que otra vez, incluso, su esposo Ellohir o su prometido Amroth -así les considera en su mente y les llama en la intimidad- bajan también desde la Casa Grande y practican esgrima contra el Señor ante la muchachada, que grita, toma partido y comenta las técnicas y las trampas. A Elladan le gusta eso:
Ha crecido junto a su esposo. Enfrentarse a Ellohir es enfrentarse a si mismo, buscar grietas en la estilizada técnica que le mantuvo con vida por mil quinientos años. Adelantar una finta o resistir un revés de su gemelo provoca la misma tensión dulce de cuando hacen el amor o danzan: un juego de entregas y complicidad.
En cambio, Amroth es un misterio. Aunque recibió entrenamiento como Guardia del Reino del Bosqueverde -cuyas técnicas y rutinas son más o menos conocidas en todos los dominios de los eldars-, ahora que combate sin reglas y con una mano de menos, Amroth se hace escurridizo y cauto, dado a ataques laterales y estocadas de engaño en las que desvía la fuerza de su oponente. Elladan reconoce las huellas del viaje agónico desde el Mar de Rhun hasta el reino de Thranduil: su prometido combate sin estilo ni honor, como un niño que quiere sobrevivir y a fuerza aprendió a ocultar sus muchos miedos y sacar el máximo a las escasas fuerzas. Y es bueno (Elladan lo sabe porque en cada combate le cuesta más la victoria), bueno para combatir y para saber cuándo rendirse.
Con Amroth, cruzar espadas es como cortejar: un juego de seducción y descubrimientos.
-¿Listo?
La voz de Glorfindel le regresa de sus fantasías bélico-afectivas. Debe concentrarse, porque están solos y se ve que su maestro se quiere sacar el calor de la sangre.
-Listo.
Empiezan con amagos y ataques laterales. Elladan sabe que Glorfindel está midiendo fuerzas al tiempo que se calienta. Debe observar a su maestro ahora, ¿alguna vez llegó a derrotarlo? Pero el gemelo no puede pensar mucho en cómo desarmar al vencedor del balrog, pronto se ve apabullado por la andanada de golpes que le caen en caótica sucesión de arriba, por la derecha y la izquierda sin que pueda descifrar su orden. Así que retrocede dos pasos para equilibrarse.
El rubio sonríe con maldad y avanza. Elladan mantiene una defensa tan torpe que, por primera vez desde que se convirtiera en soldado de fortuna para el Ejército de Fornost, debe retroceder en la dirección que su maestro le impone.
-¿Ya fijaste la fecha?
Lo incongruente del tema descoloca al moreno y deja pasar un golpe.
-¡Maestro!
-Eso es por no pensar mientras combates.
Glorfindel vuelve al ataque discordante e insiste.
-¿Y bien?
Elladan toma aire entre parada y parada.
-Amroth quiere que sea entre el Día de la Victoria de Anar [Solsticio de Invierno, 21 de diciembre] y el Día de la Llegada de Yavanna [Equinoccio de Primavera, 21 de marzo]. Porque es de buen augurio casarse poco antes de las siembras.
-¿Su Señoría practicará rituales de fertilidad en los campos arados?
Elladan sabe que se ha sonrojado, y eso que el tono de Glorfindel es de burla evidente. Es que la sola mención de una fiesta como la del Fuego de Mayo que involucre a sus esposos le provoca sentimientos encontrados. Prefiere no contestar y su maestro vuelve a ser serio.
-¿Una boda blanca entonces, el río helado y un hoyo abierto por espada para derramar la sangre en el torrente?
El gemelo niega.
-Tiene que ser después del deshielo, o la familia no podrá estar presente.
Glorfindel asiente. Es razonable que los gemelos quieran compartir la ceremonia con quienes les apoyaron por tanto tiempo. Y, desde luego, invitar al Clan de Maedros es demostrar que Amroth les importa, que Feanor estaba equivocado con ellos.
Ahora Elladan inicia un ataque impetuoso, trata de que el rubio retroceda y acorralarlo. Glorfindel mantiene la sangre fría, pero apoya un pie en cierta zona de grava suelta y se desequilibra. El moreno cree llegada su oportunidad, levanta la espada para el golpe de gracia y sonríe.
Un arma se interpone a la de Elladan de la nada y la expresión de Glorfindel se torna socarrona. Avanza y marca dos veces a su contrincante con la ayuda de Erestor.
-¡Maestro! -se queja el discípulo ante la inesperada intervención.
-Eso es para que aprendas a mirar alrededor. ¿Qué? -se burla al notar que Elladan está indeciso sobre la continuación de la justa- ¿No puedes con dos viejitos?
El hijo mayor de Elrond gira y queda frente a la pareja.
-Listo.
Intercambian nuevas fintas antes de volver a hablar.
-Entonces, ¿una boda verde? -insiste Glorfindel.
Pero ahora Elladan tuerce el gesto: no le agrada hablar del asunto frente al Primer Consejero.
-Verde, si, y discreta. Solo para la familia.
-La boda de un soberano nunca es discreta -advierte Erestor entre dientes mientras intenta forzar la guardia por arriba.
Elladan traba el golpe y usa de apoyo de su segundo atacante para saltar, con lo que el golpe de Glorfindel destinado a su vientre solo corta el aire. Retrocede, recompone la guardia y ataca.
-Será discreta: una vieja costumbre de eldars, celebrada entre eldars, con testigos eldars -y en su tono hay desafío.
-Muy discretos tus testigos -repone Erestor-: los soberanos de tres reinos. Sabes que al reconocer la boda reconocerán la ley.
-¿Y? -es evidente que el gemelo no ve el sentido de la acusación.
-Que el Consejo aprobó reconocer el valor de la Ley Antigua dentro de los límites del valle, si alguien considera que pretendes extenderla, podríamos tener que discutirlo de nuevo.
Elladan endurece la mirada y devuelve un golpe con especial fuerza. ¿Qué vio Glorfindel en este elfo atravesado?
-¿Me amenazas, Consejero? -y pone especial énfasis en el cargo.
Erestor esquiva con gracia la finta y resopla.
-Es mi deber advertirte del sendero que tomas, mi Señor -y casi escupe el título.
-¿Advertirme de que ahora votarás en contra?
Pero el moreno no se deja provocar.
-Mi voto es secreto, pero te recuerdo que la Ley Antigua fue reconocida como base de tu enlace para no dejar al Valle sin soberanos. Eso es muy distinto a reinstaurar su valor en toda Arda. Habrá quienes no quieran llegar tan lejos.
Elladan se detiene a mitad del gesto y Erestor marca su vientre -con lo que gana el combate-, pero el gemelo no siente el dolor ni da importancia al hecho. ¿Esos perros del Consejo planean...?
-Yo... -se calla. Es que tiene un remolino en la cabeza y no soporta la idea de balbucear frente a Erestor.
¿Dónde están? Le han hecho adentrarse en el Parque, un bosque artificial lleno de trampas y caminos engañosos donde se entrena a la Guardia. No hay nadie cerca, lo sabe porque el tamaño de las sombras indica que es hora del almuerzo; lo siente porque ser cauto se ha hecho parte de su naturaleza. De hecho, están solos. ¿Por qué hablan de esto aquí y no en el despacho?
Glorfindel y Erestor no dicen nada, solo esperan mirándole a los ojos. Conoce esa mirada: esto es un examen. Elladan asiente, acepta el reto. Bien, si tuvieron esta charla larga y dolorosa –en el sentido literal del término– para jugar ahora a las miradas, significa que los hechos están a la vista, solo debe unir las piezas en su mente. De acuerdo, si, puede hacer eso. Paso a paso, como cuando Glorfindel les llevaba a buscar rastros por el bosque y debían construir una historia.
¿Dónde están? Le han hecho adentrarse en el Parque, no hay nadie cerca, porque quieren que esto sea solo para sus oídos, no para su esposo o su prometido. Hablaron de la boda, ¿cierto?, de la fecha, del ritual y de los invitados. Es de la boda, ¿pero no deben saberlo sus esposos? No, espera, el Consejo podría volver a reunirse si creyeran que sus pretensiones son muy grandes, porque aceptar una invitación es aceptar la ceremonia, y aceptar la ceremonia es aceptar la ley. Los invitados, el problema son los invitados. “Muy discretos tus testigos” dijo Erector “los soberanos de tres reinos.” Si, bueno, es el Señor del Valle, ¿quiénes van a ser sus parientes? Veamos: el Consejo resuma adoración por la abuela, Lady Galadriel podría decretar mañana mismo que cada elfo debe comer carne y aprobarían los diseños de una chiquera en menos de un día. No, el problema no es Bosque Dorado. ¿Halladad? Saben que está casado con la hermana de su prometido, y parte importante de su política interna es el regreso de muchas de las costumbres antiguas. Están revisando toda su legislación ahora mismo para expurgar las contaminaciones de tanto roce con mortales y enanos. Es probable que, a la larga, los sindar recuperen aún más leyes antiguas y pongan en un aprieto a los otros reinos élficos. No, Bosque Verde tampoco es el problema. Solo queda…
–¡Es mi hijo! –y la deducción se ve confirmada por la mirada culpable de Glorfindel y levemente incómoda de Erestor. –¿Están locos? No puedo casarme sin mi hijo.
–Ya no es un niño, Elladan –le recuerda el vencedor del balrog. –Hace décadas que dejó de ponerse cáscaras de papa sobre las orejas para fingirse un elfito.
–Es mi hijo –repite el Señor del Valle con fiereza. –Fue amamantado por Elrohir, le enseñé a andar y cabalgar…
Pero la voz del Primer Consejero le interrumpe.
–Nunca fue tu hijo ante la Ley, ni siquiera se asentó Estel como su nombre legal. Nos esforzamos mucho porque no olvidara su legado, porque aceptara ir a reclamar el derecho de su linaje de sangre. Es Aragorn, hijo de Arathorn, fue coronado rey Elessar Telcontar, el heredero verdadero y único de Isildur y soberano de los reinos gemelos de Gondor y Arnor. Es el Rey de los Hombres.
Elladan traga en seco. Sabe que los argumentos son válidos. Sabe, incluso, que los enemigos de Estel en Gondor podrían usar esta boda en su contra.
–Lo educaste para Rey, Elladan –le recuerda Glorfindel.
–Lo hice –admite con los dientes apretados.
–Y si es un buen Rey entenderá que no puede venir ausentarse de Gondor de nuevo, esta vez para celebrar un incesto.
Elladan mira a Erestor con rabia. Nadie como él para escoger las palabras más desagradables. Pero no responde, ¿qué va a decir? Da un par de pasos para alejarse de ellos y mira el cielo.
Es una mierda ser soberano, fue lo que pensó al comprender que amaba a su hermano. Uno no puede amar a su gemelo y detentar un señorío. Elrohir le hizo verlo de otra manera: solo al gobernar un señorío puedes ponerte por encima de la ley, incluso permitirte amar a tu hermano. Persistió por eso, porque tenía la esperanza de que las cosas serían mejores si alcanzaba su cuota de poder. Buscaron y obtuvieron poder en la corte de Fornost y en las comunidades nómadas del Reino Perdido, poder suficiente para que sus actos no fueran cuestionados, siempre que la discreción marcara sus acciones.
Ahora no se esconde, y es porque nadie le disputa el poder en el Valle. Esta es una parte del poder que por herencia le corresponde: ser Señor del Valle y rescribir la Ley. Es posible que llegue a gobernar Bosque Dorado, si los abuelos se aburren algún día de tal belleza, no lo sabe. Además, él o alguno de sus hijos serán la elección natural para ejercer la regencia de Arnor, pero esto solo es así porque Aragorn es Rey en el sur. Será regente porque Aragorn ha crecido para redimir a su estirpe, para ser Rey. No puede tenerle en su boda porque lo educó bien.
Los Valar aman la ironía.
Elladan vuelve a mirar a los dos elfos con rostro ya controlado, impasible. Ese es el tipo de expresión que se cultiva y aprecia entre los Primeros Nacidos, aunque él nunca ha comprendido bien para qué sirve, excepto para complicar las relaciones.
–Ha sido una práctica muy agradable, Primer Consejero, Sanador Mayor. Ahora, si me permiten, debo escribir una carta a mi hermana.
NOTAS:
Este relato se refiere a la reinstauración de la Ley de Matrimonio Adelfogámico que se menciona en los capítulos 38, 41 y 42 de “El segundo regreso del rey”. En antropología se llama adelfogamia a el matrimonio institucionalizado entre hermanos. Más al final del relato.
Anexos:
Incesto entre gemelos (trad de Wiki en inglés “Incest_between_twins”)
El incesto entre gemelos, también conocido como "twincest" (inglés), es una subclase de incesto entre hermanos e incluye relaciones heterosexuales y homosexuales. Aunque en la cultura moderna de Europa Occidental este comportamiento se considera tabú y es muy raro, el incesto entre gemelos es un elemento común en las mitologías indoeuropeas, de Indonesia y Oceanía, y hay algunas sociedades en las cuales la prohibición sobre el mismo está limitada o el fenómeno es parcialmente aceptado.
En la sociedad de Bali
En la cultura tradicional de Bali era común que dos gemelos de distinto sexo se casaran entre si, ya que se asumía que habían tenido sexo en el útero. La explicación antropológica usual de esta costumbre está basada en explicaciones de los conflictos entre descendencia y afinidad en la sociedad balinesa. El incesto entre gemelos era un elemento común en la mitología de Bali -numerosos mitos de la creación del sudeste asiático presentan en papel preponderante una pareja de gemelos o hermanos. En una de las historias más comunes, el hermano se casa con su hermana y ella concibe un hijo, pero al descubrir que son hermanos, son forzados a separarse. Como en muchas otras mitologías, las deidades de Bali frecuentemente se casan con sus hermanos sin ninguno de los problemas que enfrentan las parejas incestuosas humanas.
Incesto en el folclor (trad de Wiki en inglés http://en.wikipedia.org/wiki/Incest_in_folklore)
Islandia
En el folclor de Islandia un argumento común incluye un hermano y una hermana que conciben (ilegalmente) un bebé. Inmediatamente deben escapar de la justicia al irse a vivir a un valle remoto. Allí tienen varios hijos más. El varón tiene habilidades mágicas que usa para dirigir a los viajeros en dirección al valle o lejos del mismo, según decida. La pareja de hermanos siempre tiene una hija y cualquier cantidad de hijos. Eventualmente el padre permite que un joven (usualmente en busca de una oveja perdida) entre al valle y le pide que se case con la hija y de a él y su hermana-esposa un funeral civilizado tras su muerte.
Bretaña / Irlanda
En algunas versiones de la leyenda británica medieval del Rey Arturo, Arturo accidentalmente engendra un hijo con su media hermana Morgana en una noche de lujuria ciega, y, cuando oye en una profecía que traerá la destrucción de la Mesa Redonda, intenta matar al niño. El niño sobrevive y se llama Mordred, su último némesis.
Endogamia (trad de wiki en inglés “Incest”)
El incesto que resulta en descendencia es una forma de endogamia cercana (reproducción entre dos personas con ancestro común). La endogamia lleva a una mayor probabilidad de defectos congénitos porque incrementa la proporción de cigotos homocigóticos, en particular de alelos recesivos perjudiciales, que producen desordenes. Como tales alelos son raros en las poblaciones, es improbable que dos cónyuges sin parentesco sean ambos portadores heterocigóticos. Sin embargo, como los parientes cercanos comparten una gran parte de sus alelos, la probabilidad de que cualquier alelo recesivo perjudicial presente en el ancestro común sea heredado de ambos padres se incrementa dramáticamente con respecto a las parejas exogámicas. Contrario a la creencia común, la endogamia no altera por si misma la frecuencia de los alelos, sino que incrementa la proporción relativa entre homocigóticos y heterocigóticos. Sin embargo, como la mayor proporción de homocigóticos recesivos perjudiciales expone a los alelos a la selección natural, a la larga su frecuencia disminuye más rápido en la población endogámica. A corto plazo, la reproducción incestuosa debe producir aumento de los abortos espontáneos, muertes perinatales y descendencia con defectos de nacimiento. También puede haber otros efectos perjudiciales además de los causados por enfermedades recesivas, como el hecho de que un sistema inmune similar puede ser más vulnerable a enfermedades infecciosas.
Un estudio de 29 nacimientos resultantes de incestos entre hermanos o padre-hija encontró que 20 tenían anormalidades congénitas, incluyendo cuatro directamente atribuibles a alelos autosómicos recesivos.
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